Un cactus suaviza mis yemas con su piel,
tiene cien años, sólo florece una vez,
en tu nombre, en tu nombre.
Y tiene un veneno más amargo que la hiel,
con solo invocarte voy a convertirlo en miel,
en tu nombre, en tu nombre.
Cuando te busco
no hay sitio en donde no estés.
Y los médanos serán témpanos
en el vértigo de la eternidad.
Y los pájaros serán árboles
en lo idéntico de la soledad.
En tu nombre, en tu nombre.
Y cuando te busco
no hay sitio en donde no estés
Y los médanos serán témpanos
en el vértigo de la eternidad.
Y los pájaros serán árboles
en lo idéntico de la soledad.
De la soledad...
En tu nombre, en tu nombre.
Gustavo Ceratti
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